La natación es uno de los deportes más completos para el entrenamiento del cuerpo humano, ya que moviliza todas las extremidades, además del pecho y la espalda. Aprender a nadar es una práctica que no tiene edad, ya que desde los 3-4 años aproximadamente, hasta la vejez, el agua está disponible.
Siempre es recomendable iniciar a temprana edad, para luego entrenar y perfeccionar las técnicas, sin embargo, no es un factor determinante, a menos que desees participar en competencias profesionales.
Lo primero que debes saber son los estilos de la natación, que son cuatro: libre, pecho, espalda y mariposa. Cada uno se aplica en método distinto y tras alcanzar ciertos niveles de aprendizaje. Es importante que los conozcas, pero inicialmente necesitas técnicas para sentir comodidad en el agua.
5 consejos para aprender a nadar
Sintiendo el agua
Primero en una plataforma donde puedas apoyarte con los pies sin que te cubra el rostro. De esta forma te materializas con tus movimientos dentro de agua, fuerza y practicar ejercicios como brazadas y patadas.
La respiración
Esto consiste en sumergirte y evaluar cuánto tiempo puedes soportar. No hasta el punto de sentir ahogo, sino una sutil capacidad. Esto fortalece tus pulmones y tomas mayor confianza. Recuerda que al nadar, deberás introducir tu rostro en el agua en tiempos y movimientos típicos de cada estilo.
Flotar en el agua
Consiste en separar los pies del suelo y tratar de mantenerte en la superficie sin hundirte. Hay varias formas de practicarlo y tu instructor puede orientarte, pero flotar en el agua debe ser un momento de relajación y sentir plena seguridad.
Primero brazadas, luego patadas
Realmente no existe un orden en este escenario, pero comúnmente tenemos más habilidad con los brazos que las piernas. La idea es realizar movimientos circulares al eje de nuestros hombros de modo que podamos impulsarnos. Se mueve uno solo a la vez, en un ritmo continuo. Nunca golpees el agua.
Las patadas son incluso más sencillas, ya que consiste en movimientos verticales rápidos para imprimir velocidad a tu técnica de nado, sobre todo en el estilo libre. Cuando estás aprendiendo a nadar, los instructores colocan a sus pupilos en forma de flecha para examinar el control de las piernas y perfeccionar la técnica.
Motívate y olvida el tiempo
No estás compitiendo, así que no te agites al nadar, porque no te dará velocidad. Esta se produce por el correcto movimiento de piernas y brazos. Motiva tu cuerpo y mente en la cantidad de series que puedes realizar. Una excelente sesión de nado se completa en 90 ó 120 minutos.
Si se trata de niños, la supervisión debe ser total, así como en personas con algún tipo de discapacidad motora o mental. Aprender a nadar requiere de un profesor que debe estar todo el tiempo junto a nosotros, sobre todo en el área media o profunda de la piscina.
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