El infarto de miocardio es un término médico que consiste en una condición que sufre nuestro cuerpo y se llama ataque cardiaco o al corazón. Esto sucede cuando se obstruyen las arterias coronarias, encargadas de suministrar sangre al músculo cardíaco.
El agotamiento excesivo, dificultad respiratoria y dolor en el pecho son algunos de los síntomas que, dependiendo del momento y escenario, alertan sobre la posibilidad del accidente cardiovascular. De acuerdo al portal Infosalus, el infarto es "la muerte de parte del músculo del corazón".
Otra sintomatología para identificar un infarto es dolor opresivo en el tórax, que luego se traslada hacia el brazo izquierdo o hacia la mandíbula. Sudoración excesiva y malestar general. Aunque resulta difícil de describir, el paciente experimenta una sensación de muerte que está a punto de ocurrir.
Cómo evitar un ataque cardíaco
Aunque todos estamos propensos a un infarto, por distintos motivos, existen una serie de recomendaciones que toda persona debe seguir para preservar su salud circulatoria. Cumpliendo estos consejos, el paciente no queda inmunizado ante el accidente cardiovascular, pero reducirá efectivamente las posibilidades.
Dejar el cigarrillo
Desde la edad juvenil, el tabaquismo es una de las principales fuentes de riesgo para sufrir un infarto. Esto sin contar las probabilidades futuras de contraer cáncer de pulmón, boca o esófago.
Regular la hipertensión arterial
Lo ideal es mantener una alimentación baja en sal y practicar ejercicios para dar vitalidad a la circulación. Si la persona está diagnosticada con hipertensión, es recomendable que asista al médico y se controle a través de medicamentos.
Reducir el colesterol
Al igual que la hipertensión, se debe practicar una dieta baja en grasas y hacer ejercicios todos los días. Si el paciente sufre alteraciones en sus niveles de colesterol también podría tratarse con medicamentos.
Diabetes
Las personas que están obligadas a regular sus niveles de azúcar en la sangre deben prestar suma atención a sus dietas, ya que se convierte en una condición de vida. El ejercicio también es fundamental y en los casos más complicados se debe administrar insulina.
¡EJERCICIO!
Sí. Como has notado en los consejos anteriores, practicar actividad física es vital para tu organismo y para prevenir un infarto. Una sesión de media hora diaria, cinco días a la semana, es la condición mínima para que tu cuerpo se mantenga sano y revitalizado. No es necesario quedar exhausto, sino sentir que los músculos están completamente estimulados para que se cumplan las funciones cardiovasculares.
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