Uno de los motivos por los que debemos entrenar los músculos de nuestra espalda es para prevenir dolores. Tonificarla es clave para mantener la columna vertebral estabilizando, la cual se conecta con una serie de zonas importantes.
Y la mejor manera de hacerlo es mediante unos ejercicios que son similares a los de nuestra vida diaria, solo que se le imprime un poco de dificultad, con pesas o cintas elásticas, para una mayor efectividad en el entrenamiento.
Si eres una persona con hábitos sedentarios, la rutina será vital para reforzar todos aquellos músculos que tienes en condiciones débiles. Cabe destacar que siempre es recomendable contar con la asesoría de un 'personal trainer', sin embargo, para practicar los ejercicios no será necesario que te muevas de casa.
Entrena tu espalda con estos 4 ejercicios
El 'Superman'
Se le llama así por la posición que adquieres al momento de practicarlo. Apóyate en el suelo con las rodillas y las manos. Ahora debes elevar y estirar la mano izquierda y la pierna derecha, es decir siempre la extremidad contraria.
De este modo logras una tensión ideal en los músculos de la espalda. Aguanta unos 15-20 segundos y luego alterna.
Sentadillas
Puedes practicarlo a una o dos piernas, manteniendo recta la espalda y las manos estiradas hacia el frente. Haz unas 12 repeticiones con dos piernas o bien 8 a dos piernas y 4 a una pierna, de acuerdo a cómo te sientas para intentarlo.
Medio giro
Estando de pie, flexiona tus brazos y luego eleva los codos hacia los lados hasta que queden alineados con los hombros.
Ahora realiza movimientos giratorios de izquierda a derecha y viceversa, como si estuvieses propinando codazos hacia atrás. Este ejercicio es vital para que las vértebras se estimulen y así relajar la espalda.
Recuerda que al practicar el medio giro no debes mover la cadera ni las piernas, ya que todo el movimiento es en los brazos y la zona superior de la espalda. La cabeza también se queda recta y mirando hacia el frente.
El gato camello
Cuidado con un movimiento brusco a la hora de realizar este ejercicio. Túmbate en el suelo sobre las rodillas y los brazos y luego eleva tu espalda lo más que puedas. Se le llama así porque al subir la espalda parecerá que te ha salido una joroba.
Dependiendo del progreso que tengas con el entrenamiento, con los días puedes aumentar las series y repeticiones, así como el tiempo de descanso entre cada tipo de ejercicio, pero que nunca sea mayor a dos minutos.
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