Resolver las actividades escolares con los niños no siempre es sencillo, ya que suelen distraerse o aburrirse. Lo importante es que aunque manifiesten oposición no lleguen a la irritación o frustración por el hecho de sentirse obligados a cumplir con las tareas.
Recordarle a tu hijo cuánto pagas por su educación no es buena idea para que haga sus tareas, porque eso no lo enseñará a apreciar tu esfuerzo. También es probable que debido a la edad no entienda sobre prioridades económicas. Tampoco le compares con otros niños y mucho menos le indiques que vas a acusarlo con su maestra.
El momento de hacer las tareas con tus hijos puede resultar toda una negociación, desde el tiempo que dedicarán al estudio hasta cuáles son los privilegios que ganará por cumplir con las actividades. Es indispensable motivar su mente para que se sienta convencido y que el proceso de hacerlas sea entretenido.
Cómo hacer tareas con tus hijos
Fija una hora específica
Ese lapso de tiempo estará siempre dedicado para hacer las tareas y el niño debe saberlo para crear la costumbre. Luego de comer y descansar la mente llega el momento para los estudios, que puede tener un lapso de una o dos horas, dependiendo la cantidad de actividades asignadas.
Un lugar cómodo y preparado
Busca un espacio donde no haya distracciones, bien iluminado y a temperatura agradable. Sobre la mesa coloca todos los útiles que necesita: lápiz, colores sacapuntas, borrador, cuaderno y libros. Una vez organizado pregunta si necesita alguna otra herramienta.
Algunas personas intentan motivar a niño con galletas y un vaso de leche, pero hay dos problemas. El primero es que se pueda provocar un accidente y el segundo es que erróneamente entienda que necesita dulces cada vez que va a hacer sus tareas, así que ten cuidado.
Lee sus tareas previamente
Antes que tu hijo tome asiento para comenzar, es conveniente que conozcas cada una de las materias y actividades que va a desarrollar, así podrás despejar sus dudas y aportarle ideas para que el proceso le resulte más sencillo. El apoyo es indispensable, ya que el niño sentirá motivación.
Negocia sus privilegios
Recuérdale que el momento de los juegos comienza cuando termina todas sus tareas, sin entretiempo. Un niño debe aprender que sus deberes y obligaciones están primero. También es necesario que lo escuches, ya que hay materias académicas en las que quizás no se siente cómodo. Aunque no lo creas, desde ese momento comienza a inclinarse sobre una posible carrera universitaria.
Corrige su trabajo
Hazle siempre saber a tu hijo que al terminar las tareas estás en la obligación de revisarlas. Y logra que entienda que no es para vigilar lo que hace, sino para que su trabajo llegue a las manos del profesor en óptimas condiciones.
Si ha cometido errores, dile cuáles son y cómo podría mejorarlos. Utiliza frases al estilo "si yo fuese tú, lo haría de esta manera" o "quizás te vaya mejor si lo haces de esta forma".
Es importante que los niños sepan que tú eres un aliado para sus tareas escolares y no aquella persona que me obliga a hacerlas. Si definitivamente se niega a hacerlas, elimina sus privilegios, explícale por qué lo has hecho y dile cómo puede recuperarlos.
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