Científicamente no existe una forma determinada de dar el pésame a una persona. La tristeza por haber perdido un ser querido nos hace pensar cómo acercarse, hablarle o abrazarla. ¿De verdad se tiene que hablar? ¿En realidad se tiene que ofrecer condolencias?
Cada quien tiene un estilo para hacerlo. Sin embargo, suelen ser muy duros, cometer imprudencias, no poder contener el llanto y, en el mejor de los casos, arrancarle una sonrisa al desconsolado prójimo.
El escenario también tiene importancia. No es lo mismo dar el pésame en un velorio que en el hospital donde se acaba de producir el deceso. Quizás no te dio tiempo llegar a la ceremonia, sino que únicamente asististe al sepelio o cremación. ¿Aún valdrá la pena?
O en un episodio similar, te encuentras a la persona en luto una semana después del fallecimiento. Seguramente optas por omitir el tema, pero repentinamente pregunta: ¿Supiste que murió mi... (parentesco)? Y entonces te quedas mudo. Acá te guiamos para afrontar esta incómoda situación.
Cómo dar el pésame en 4 consejos
Habla en voz baja
Sea lo que digas y donde sea que lo digas, dirígete a esa persona en un tono suave, calmado. Si elevas la voz podrías abrumarle o asustarle. Recuerda que su estado de susceptibilidad es delicado.
Mientras menos palabras, mejor
No emitas un discurso ni te creas el psicólogo que acabará con su luto en cuanto hables. Frases como "Estoy contigo", "Deseo te repongas pronto", "Cuenta conmigo", "Te acompaño en tu dolor" o "Lamento mucho tu pérdida" son más que suficiente. Oraciones cortas, directas y al punto.
No abraces si no te lo piden
Este tipo de actos también pueden abrumar o empeorar el estado de ánimo. A menos que seas un familiar directo, es preferible que te limites a poner la mano en un hombro o tomarle las manos. Si la persona está sentada, puedes hincarte para saludarle y darle tu breve mensaje.
NUNCA entregues tarjetas de pésame
Hay librerías y papelerías que ponen a disposición tarjetas para dar el pésame, tal cual una tarjeta de cumpleaños, de boda o primera comunión. Sinceramente es de mal gusto dar un obsequio que recuerda al funeral de un familiar.
El pésame tardío
Supiste del fallecimiento un par de semanas después y la persona en luto, en un saludo común, pregunta: ¿Te enteraste?
Sencillamente aplica los mismos consejos anteriores: habla en voz baja, no abraces si el momento no se presta y ofrece una corta respuesta. "Oh, lo lamento, sinceramente no lo sabía", "Vaya, cuánto lo siento. Quiero que sepas que cuentas conmigo". Estas dos frases son justas e inteligentes.
Si notas que da detalles como causas de muerte, edad, planes que tenía o cualquier otra anécdota, podrías entablar una conversación más fluida, siempre manteniendo la prudencia.
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