5 consejos para controlar la ira

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Para a aprender a controlar la ira, es necesario que identifiques qué es y cuándo la estás sintiendo. Esta es una condición emocional que, como característica principal, evita que podamos razonar con normalidad, transformándote en una persona instintiva e impulsiva.

Cuando atraviesas un cuadro de rabia (ira), experimentas un incremento del ritmo cardíaco, presión arterial y de adrenalina en la sangre. Ademas, físicamente te enrojeces, se tensan tus músculos e incluso aumenta la velocidad de tu respiración. De acuerdo a los especialistas, la ira es una respuesta que emite la mente para atacar o huir.

Esta emoción puede originarse por distintos motivos en una persona. Cuando te alzan la voz o te insultan, atacan física o verbalmente a una persona vinculada afectivamente, entre otras acciones. Algunos lo manifiestan con episodios propios, como la injusticia. Cada ser humano tiene una manera de producir el sentimiento, sin embargo, todos deben compartir algo en común y es... cómo controlarla.

Si se trata de cuadros psicológicos como la depresión y la esquizofrenia, normalmente se gestionan con fármacos recetados por médicos especialistas (psiquiatras). Sin embargo, personas en condiciones normales cuentan con algunas estrategias para controlarla o simplemente evitarla.

Cómo controlar la ira

Exterioriza, no acumules

Una de las causas más comunes por las que puedes experimentar una ira es por la acumulación de sentimientos desagradables o rabias contenidas. Lo más sano para cualquier ser humano es expresar libremente sus emociones en todo momento, es decir, exteriorizar. De lo contrario solo se formará una "bola de fuego" que soltarás sin control.

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Reflexiona sobre tu ira

Después de atravesar un cuadro de ira y volver a la calma, es recomendable un tiempo de reflexión sobre lo ocurrido. Esto te permite canalizar y conocer los motivos que indujeron a tu descontrol. Luego de identificarlos, la idea es evitar que vuelvan a tomar posesión de tu tranquilidad.

Aléjate de personas irritantes

O también de situaciones, por ejemplo: películas, juegos o prácticas que despierten irritabilidad. Sucede con frecuencia en los apostadores o adictos a los videojuegos. El solo hecho de no lograr pasar un hilo por el orificio de una aguja puede corresponder a un pequeño, pero episodio de ira al fin.

Lo mismo ocurre con personas con costumbres de bromas pesadas, busca pleitos, charlatanas, viciosas o de malas intenciones. Lo más sano es cortar comunicación y lazos con quienes originan cuadros de ira.

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Desarrolla la paciencia

No todo se basa en alejarte de lo irritable, sino en saber controlar la ira por medio de la paciencia. Esta virtud, y bíblicamente un fruto del espíritu, se desarrolla con meditaciones, reflexiones, oraciones, visitas rutinarias al psicólogo y otras prácticas como los ejercicios, el yoga y la distracción de la mente.

Descansa

Dormir las horas correspondientes (entre 6 y 8 para un adulto) ayuda a controlar la ira. El sueño profundo produce la relajación total de la mente y el cuerpo y, a menos que haya pesadillas frustrantes, es la mejor técnica para eludir un sentimiento de rabia.

De hecho, hay personas que se acuestan furiosas y son capaces de levantarse con emociones totalmente contrarias: sonriendo y hasta queriendo pedir perdón.

Lee también: ¿Cómo combatir la ansiedad?

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