Ya no podemos mirar hacia otro lado ante el gran problema que le estamos provocando al planeta. La gran sobrepoblación y la explotación natural y energética están causando un gran daño a la capa de ozono, y lo que es lo mismo a nuestro propio hábitat. El deshiele de los polos y los cambios de temperatura ya son algo presente hoy en día, y debemos actuar con rapidez.
Es cierto que por suerte existen muchas personas concienciadas con este problema y que han empezado a actuar de manera global. Pero también hay mucha gente que no puede luchar como desearía ante algo tan inmenso, lo que supone una frustración y el abandono de la idea de que podemos cambiar el planeta. Pero nada más lejos de la realidad, y es que existen pequeños gestos que si nos concienciamos todos de introducirlos en nuestra vida diaria, pueden suponer un gran cambio, o por lo menos, un freno ante esta catástrofe. Por eso saber cómo cuidar el medio ambiente no va a salvar el planeta, pero puede concienciar a millones de personas para que se pueda conseguir.
Pequeños gestos para cambiar el mundo
No siempre está en nuestra mano hacer todo lo que desearíamos. Pero con algunos pequeños consejos podemos salvar la tierra con acciones del día a día, que a la larga suponen mucho.
Uno de los mayores gastos de todo tipo lo tenemos en nuestro propio hogar. Actos sencillos como cerrar grifos y no desperdiciar agua, o apagar luces que no estemos utilizando ayuda al ahorro de energía. Otros actos como separar basuras para los diferentes contenedores de reciclaje, o el uso del termostato, ayuda al proceso de cuidado del medio ambiente. Pero también hay acciones que van muchos más allá de las cotidianas y que además nos hace tener la conciencia del valor de ciertas cosas. Por ejemplo algo tan insignificante como las bolsas de plástico para hacer la compra, pueden suponer una gran cantidad de plástico que es arrojada al mar. El simple hecho de reutilizarlas supone un enorme ahorro en el uso del plástico. Una vez aplicado a las bolsas de basura, piensa en todos esos productos que pueden reutilizarse y que tiramos a la basura sin pensar en ello. Por otra parte el uso del transporte público cuando sea posible ahorra combustible y por lo tanto contaminará mucho menos que si cada pasajero usara su propio coche.
Como puedes ver son pequeños gestos que si millones de personas tomaran conciencia, supondría un enorme cambio en el daño que le estamos haciendo a nuestro planeta. Plantar un árbol o cambiar las bombillas por bajo consumo son gestos que tienen que surgir de nosotros para cuidar algo que forma parte de cada ser vivo.
Foto: Pixabay
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