Aunque por naturaleza son muy independientes, los felinos requieren atenciones precisas en sus primeros meses de vida. Educar a un gato no es una tarea complicada, a diferencia de los perros, ya que a medida que crece solo irá solicitando tu cariño y que llenes su plato de comida.
La ternura de un minino es impresionante, pero que esto no engañe tu capacidad para llamarle la atención y educar sus costumbres. Pareciera que cuando son adultos dejan de atender tus llamados (a menos que tengan hambre), pero realmente entienden mucho más de lo que imaginas.
Desde cómo usan sus uñas hasta la importancia de su esterilización, todo influye en cómo educar a un gato para lograr una convivencia hogareña y de fiel compañía.
Así debes educar a tu gato
Un espacio para su comodidad
Los gatos suelen dormir en donde más les satisfaga (no es chiste). Cuando menos lo esperas están sobre el televisor, en el último escalón de la biblioteca, dentro de una cobija o debajo de la mesa. Sin embargo, este no se compara con su "territorio", aquel que es capaz de marcar con su cuerpo cuando hay comida, agua y una tierna caja con arena para sus necesidades.
Si deseas que tu gato se sienta en plena confianza habilita este ambiente en una zona específica del hogar. Cuando llegue el momento de alimentarse, inmediatamente buscará el espacio que le concediste.
Dónde hacer sus necesidades
La caja de arena es un instrumento indispensable cuando no cuentas con un jardín, quizás porque te alojas en un departamento. En cualquier de los casos, lo mejor es ofrecerle la caja con arena, el cual utilizarán constantemente. Si la poseen desde su inicio de vida, el gato no buscará otro lugar que no sea este, gracias a sus poderosos instintos.
Cuando les dejan solos en casa por mucho tiempo suelen descargar su estómago en otras áreas, en señal de reclamo por la desatención.
Educando sus uñas y dientes
Un gato que se encuentra en plena comodidad no solo ronronea, sino que muerde sin lastimar. Si desde el principio se le regala cariño, no manejará nunca la opción de usar sus uñas o dientes contra ti. Pero atención, porque esto no aplica para otros animales y los muebles de tu hogar.
Para evitar que maltrate algún sofá es preferible que habilites una pequeña alfombra o tapete que sea únicamente para sus uñas. Y cuando veas la intención de afilarlas en otro lugar, tómalo y llévalo hasta el objeto correcto. El tronco de los árboles también es de gran ayuda.
Si lo ves persiguiendo algún otro animal, no intentes frenarlo, porque es parte de su instinto cazador. Solo inspecciona lo que hace para que no deje cadáveres de roedores en la cocina. Para jugar con el felino y mejorar sus habilidades cazadores, lánzale pequeñas pelotas o cuelga hilos a una altura ideal para que pueda alcanzarlos al brincar.
Su correa y cascabel
Para evitar su sufrimiento, coloca una correa en su cuello cuando sea apenas un minino, así comenzará a acostumbrarse. Trata que no esté muy ajustado, pero lo suficiente para que no se lo saque (¡Son muy habilidosos y flexibles!). La idea del cascabel causa polémica, ya que recientes estudios afirman que el campaneo puede afectarles la audición.
Mantenerlo bajo tu techo
Indiferentemente si es macho o hembra, la única opción para convertirlo en un gato hogareño es cortando sus necesidades sexuales. Es decir... esterilizando. La gata, cuando entra en celos, expulsará un aroma de feromonas que atraerá otros compañeros, lo cual te puede causar inconvenientes. Mientras que el macho, cuando ya toma edad suficiente (de cuatro a seis meses) busca explorar nuevos horizontes. El problema inicia cuando olfatea a una gata en celos, porque no habrá nada que detenga su objetivo de montarla.
Una alimentación correcta
Al igual que los perros, los gatos se vuelven tragones cuando tienen mucha comida a disposición. Dependiendo de su edad y peso, la porción varía notablemente, incluyendo el tamaño de las croquetas. A pesar de tener su alimento exclusivo, los felinos no perderán la oportunidad de pedirte pollo, carne o pescado. Es preferible que en este aspecto no los complazcas, porque puedes alterar su paladar y rechazar la comida que es fabricada para ellos.
En cuanto a la leche, evalúa con su veterinario si es necesario que la consuma. Por lo general sus alimentos contienen la dosis necesaria para su completa nutrición, pero también existen gatos que desarrollan deficiencia ósea, hepática e incluso urinaria. Esto depende de cómo fue amamantado.
Hora del baño
Es una necesidad relativa. A menudo con su lengua, los gatos suelen asearse. Es enteramente difícil que un minino hogareño adquiera un mal olor, pero cuando son muy peludos pueden ensuciarse más. Bañar a un gato no es una tarea fácil, ya que son ariscos y podrías salir herido en tus manos y brazos. Lo más recomendable es hacer la práctica desde que son pequeños. Aunque suene imposible, muchos felinos se encariñan con el agua.
Lee también: Cómo saber por qué ladra tu perro
Comentarios
RespuestasComentarios