Siempre que esté en la temperatura adecuada, debes saber que los caninos adoran el agua. Así que bañar a un perro es una de las actividades más entretenidas que puedes compartir en familia. Aunque algunas personas utilizan la bañera, no es lo recomendable, a menos que luego se esterilice completamente.
Desde temprana edad, los perros deben acostumbrarse a su día de baño, una o dos veces por semana. Suelen ser inquietos y juguetones, por lo que busca un espacio amplio para maniobrar cómodamente con el agua y los demás utensilios. Si recibes la ayuda de alguien que lo sujete será más efectivo.
6 pasos para bañar a un perro
Busca los siguientes materiales
- Cubeta con agua (templada)
- Cepillo, grande o pequeño, dependiendo de su tamaño
- Toalla seca y otra húmeda
- Shampoo para perros
No busques cualquier shampoo para caninos, mejor consulta al veterinario cuál es el más conveniente para tu mascota. Y recuerda las etiquetas: "Si observa alguna reacción desfavorable, suspenda su uso y consulte al médico".
¡Manos a la obra!
- El primer paso consiste en tomar la toalla húmeda y deslizarla sobre su cuerpo. De este modo podrás quitar el exceso de tierra e impurezas de su piel y pelaje.
- Ahora aplica el cepillo para desenredar sus pelos y continuar sacando el sucio acumulado.
- Seguidamente comienza a mojarlo. No utilices agua muy caliente porque podrías dañar su pelaje. Mejor verifica la temperatura para que esté acorde con la del ambiente. Una vez esté todo empapado es momento de aplicar el shampoo.
- Comienza utilizando poco, así vas midiendo la cantidad de espuma que hace. Todo dependerá también del tamaño del perro. No olvides sus patas, cuello y la cabeza, siempre cuidando que el material no se corra hacia los ojos ni entre por los conductos auditivos.
- Ahora aplica toda el agua que se requiera para sacarle el shampoo. Ten paciencia, ya que si es de pelo abundante, toma tiempo retirarlo por completo.
- Finalmente sentirá la necesidad de sacudirse, así que cúbrelo con la toalla para que no salpique demasiado. Una vez hecho, continúa secándolo. Puedes probar con un secador de pelo, si el ruido o el viento caliente no les molesta.
¡Listo! Ya sabes cómo bañar a un perro. No olvides premiarlo con un par de galletas, así asociará el baño con un premio y no tendrás problemas para que lo acepte.
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