Por naturaleza animal, los felinos se asean por sí solos cuando se lamen. Sin embargo, existen dueños de mascotas que prefieren someterlos a una ducha, lo cual puede terminar muy mal si no sabes cómo bañar a un gato.
Lo primero que debes saber es que detestan el agua (no todos, pero la gran mayoría) y se resistirán una y otra vez hasta que se adapten. No es una tarea fácil, ya que se defienden con sus garras y en una pequeña oportunidad tratarán de escapar.
Pero dependiendo de cuán acostumbrado, ducharlo resultará más fácil con el tiempo. Y a pesar de que sus llantos continuarán, se quedará tranquilo hasta que termine la "tortura". Para evitar que el proceso sea una tragedia, te ofrecemos algunas recomendaciones al momento de limpiarlo con agua.
Así debes bañar a un gato
Utiliza agua tibia
Del mismo modo como preparas el agua para bañar a tu bebé, hazlo con tu minino. Esto permitirá que, pese a ser agua, sea lo más agradable posible para su cuerpo, sobre todo si es de pelo abundante, ya que quedará todo empapado. Al momento de ducharlo, notarás que su corazoncito se acelera, por lo que es imprescindible darle la mayor comodidad.
Acostúmbralo desde pequeño
Lo más recomendable que puedes hacer para bañar a un gato, por el bien de ambos, es acostumbrarlo desde pequeño. Así podrá desarrollar cierta simpatía con el agua y cuando crezca no sentirá la necesidad de defenderse, pues ya está adaptado.
Prueba primero mojando su cabeza
No lo atravieses en un chorro ni lo sumerjas en el agua. Humedece tu mano y pásala por su cabeza para que sienta calma durante el baño. Luego ve por su cuerpo y maneja las piernas y brazos con cuidado. La planta de los pies es preferible limpiarlas con una toalla húmeda, pues son muy sensibles en esta zona.
Seguidamente, utiliza un envase para dejar caer un poco de agua sobre su cuerpo. De esta manera lo vas adaptando. Debes sujetarlo estratégicamente, pero sin aplicar fuerza porque se verá amenazado.
Aplica un shampoo o jabón especial para gatos
Estos líquidos están especializados en no causarles irritación en la piel, además de regalarle un aroma especial. Cuando sea el momento de sacarle el jabón, ten cuidado de que se le corra a los ojos y las orejas, ya que puede desesperarse. Es preferible que en esta área lo vayas retirando con tu mano húmeda.
Sécalo y abrígalo
Una vez termines de bañar al gato, sécalo con una toalla y luego abrígalo con otra que no esté húmeda. Notarás que tiembla constantemente, pero mantenlo abrigado llévalo a tu pecho hasta que se caliente lo suficiente para soltarlo.
Si estás en invierno, estabiliza la temperatura en casa, antes de bañarlo, para que no sufra de frío. Una vez completamente seco, dale comida en motivo de premio por su buen comportamiento.
Lee también: 7 normas sobre cómo educar a un gato
Comentarios
RespuestasComentarios