¡Típico! Estás en una reunión familiar, la espumante bebida está lista para la celebración y no hay sacacorchos. Comienzas a improvisar con las manos, un cuchillo y hasta un destornillador. Mejor deja tus dotes de "MacGyver" y presta atención porque hoy sabrás cómo resolver el problema.
Uno de los peores escenarios es que el corcho termine mezclado con el vino, lo cual es una solución para algunos. Sin embargo, servirlo es más complicado y los restos del material pueden terminar en las copas. En todo momento, la opción lógico es extraer, nunca empujar.
También debes tener cuidado de no agitar la botella o quebrar la boquilla, porque si un minúsculo trozo de vidrio termina dentro prácticamente has perdido todo el vino.
Luego de estas dos necesarias advertencias, procedemos a explicarte cómo destaparla sin la necesidad del sacacorchos.
Aplica estos 3 trucos
Con un martillo y un tornillo
No es un método desesperado, sino efectivo. Gracias a estas dos herramientas caseras, el brindis en tu hogar sí será posible. El tamaño del tornillo no es tan importante, pero mientras mayor sea la distancia entre sus roscas, mucho mejor.
Obligatoriamente debe ser un tornillo, nada de clavos. Haciendo la presión necesaria enróscalo en el corcho hasta un poco más de la mitad. Una vez hecho, utiliza la parte del martillo que sirve para extraer. Si el tornillo está correctamente enroscado, la etapa debería salir sin inconvenientes.
Con un zapato
Hay posibilidades de que en el momento no tengas a mano unas herramientas, pero tampoco pensamos que estarás descalzo. Aunque no lo crees, uno de tus zapatos es el aliado que necesitas para destapar esa botella de vino.
Coloca la base de la botella dentro del calzado, exactamente donde apoyas el talón. Seguidamente golpéala contra una pared, ya que el zapato funciona como amortiguador para que no se quiebre. Repite la operación hasta que el corcho sobresalga y puedas extraerlo con tus propias manos. Hazlo sin miedo para que logres el objetivo.
Con un cuchillo
No es la opción más recomendable, ya que siempre existe el riesgo de un accidente si no se practica el método con mucha precaución. Sin embargo, es una alternativa que puede funcionar.
Toma un cuchillo preferiblemente de sierra y con menor anchura que el corcho. Coloca la botella en posición vertical e introdúcelo con presión hacia abajo para que penetre. Luego que esté correctamente clavado, gíralo para una mejor incrustación y comienza a tirar de forma suave hasta que extraiga la tapa.
Sabemos que tomar un cuchillo es más fácil que quitarte un zapato o buscar un martillo y tornillo, pero te recomendamos iniciar con los trucos anteriores. Será más cuidadoso y posiblemente efectivo. ¡Salud!
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