Cuando se habla de una relación tóxica se refiere a que alguna de las partes, o ambas, que componen la pareja sostiene una conducta fuera de lo insensato, que es inadecuada, asfixiante o agobiante. Y aunque parece increíble, acabar con este tipo de escenarios resulta difícil por distintos aspectos psicológicos, sobre todo de la víctima.
El psicoterapeuta venezolano Carlos Fraga afirma que en variadas culturas latinoamericanas y de Europa los seres humanos fueron educados "para ser buenos y no felices", por lo que siempre estamos abiertos al sufrimiento provocado e inducido, e incluso desconfiamos de nuestra propia autoestima. Además, ponemos esperanzas en que una pareja tóxica mejore su comportamiento.
Lo primordial para salir de la relación tóxica es identificar y concienciar que formas parte de una. A partir de allí se activará un mecanismo de defensa en tu mente que busca escapar y poner fin a la historia. También es importante saber cuándo se volvió dañina y cuáles son los motivos que la convirtieron en algo indeseado.
Acaba con esa relación tóxica con estos 4 consejos
Las estrategias de no contestar los mensajes, negarte a una conversación o sencillamente huir van a funcionar de manera parcial, porque no estás sacando el problema de raíz. Y si se trata de una persona tóxica, moverá cielo y tierra para saber de ti. Por tales causas es preferible utilizar la psicología personal y expresar: ¡Basta!
No te autoengañes
Conversa contigo mismo y date cuenta que la relación se ha dañado y está irremediablemente rota porque has perdido tu libertad. Piensa en ti mismo y visualiza cómo sería tu vida fuera de esa historia. No te engañes con recuerdos, ínfimos episodios de normalidad o en complacer caprichos tóxicos.
Identifica las conductas dañinas
¡De ambos! Sí, porque si alimentas una relación tóxica es porque tú también te has vuelto, la diferencia es que en lugar de emanarlo, lo recibes. Es importante que las identifiques y sobre todo que no las justifiques, porque en el mismo momento que lo haces la estás ocultando y eso se llama masoquismo.
Lo que no te conviene
Haz una lista de los factores que NO te favorecen dentro de esta relación tóxica, por ejemplo, el no poder compartir sanamente con tus amistades, tener que mostrar todos los mensajes de tu móvil o sencillamente estar en la obligación de escribir cada 10 minutos para evitar malos entendidos. Y atención, estos son síntomas sutiles, porque podríamos referirnos a maltrato físico, persecución e irrespeto.
Mereces algo mejor
Como te darás cuenta, los tres consejos anteriores representan un proceso para llegar a este último: que tienes todo el derecho de ser feliz y tener algo mejor en tu vida. Pero aquí hay un trabajo psicológico que debes aplicar en ti mismo, bien sea con autoayuda o de tus familiares y amistades. Si hay hijos de por medio, es mucho más esencial, porque también velas por su tranquilidad.
El adjetivo "tóxico" en una relación cobró fuerza a partir de 2010, aproximadamente. La violencia intrafamiliar, los conflictos de pareja e incluso las mutuas decisiones de divorcio son terminologías pisoteadas por la normalización del concepto "relación tóxica".
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