Cómo viajar con tu perro

Nuestros amigos de cuatro patas son cada vez más importantes en nuestra vida. La compañía de un perro es algo que no se paga con dinero, y que no se puede conseguir de otra manera. Y es que muchas personas se sienten más cómodas con sus mascotas que con una persona, porque el cariño que nos puede dar nuestro can es incondicional. Por eso es difícil cuando tenemos que despedirnos de ellos, por ejemplo, a la hora de irnos de vacaciones, nos pude costar mucho hacerlo, ya que además necesitaremos una persona que se haga cargo de aquello que necesita nuestra mascota, comida, y paseos periódicos, y no siempre encontramos alguien dispuesto a hacerlo. Pero las innovaciones en los viajes nos han facilitado que podamos viajar con nuestro perro, según en qué transporte viajemos, y a donde lo hagamos.

En nuestro propio vehículo

Una de las maneras más sencillas de poder llevarnos a nuestro perro de viaje es cuando lo hacemos en nuestro propio coche. Aun así, existe una legislación y unos cuidados que debemos tener presentes y no debemos olvidar, para su seguridad y la nuestra. Para ello una de las mejores maneras de hacerlo es mediante lo que se conoce como un transportín para perros. Esto no es más que un pequeño habitáculo donde que ofrece protección a nuestra mascota, de esta manera supliremos la imposibilidad de ponerle el cinturón de seguridad, y el podrá viajar con ciertas comodidades. No olvides que si el viaje es largo, hacer paradas periódicas, puesto que la postura dentro del transportín será tumbado, lo que puede propiciar entumecimiento.

Transporte público

Por suerte, las compañías de viajes y de transporte son conscientes de que cada vez más personas quieren viajar con sus mascotas, o no pueden dejarlas al cargo de nadie. Por eso han facilitado su acceso a trenes o aviones. Para ello debemos llamar al servicio de atención al cliente para reservar un billete para nuestra mascota, sobre la que tendremos que facilitar raza, tamaño y algunas otras cuestiones técnicas. De la misma manera, con un transportín que no supere ciertas medidas según la compañía, podremos llevarlo en la bodega del avión o incluso a nuestro lado, si no supera cierto peso.

Foto: Pixabay

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