Este es el objetivo que persiguen todos los jefes de negocio. Sin embargo, requiere de un proceso que, incluso siendo efectivo, tarda un tiempo determinado. La balanza inversión-ganancias podría estar sin movimiento durante el comienzo. Es decir, prácticamente ganas lo que inviertes y un poco más, pero en ese "poco más" está la moneda bendita.
Ese "poco más" significa que tu negocio ha dado un resultado que incrementa tu economía. El proceso ahora consiste en continuar invirtiendo, vendiendo y muy importante: innovando, porque aquí se centra la meta de atraer clientes.
Lo primero que debes saber es que existen varios tipos de clientes: el que está directamente relacionado con tu producto, aquel que por curiosidad adquiere tu producto, aquel que no lo conoce y finalmente el que no está interesado, que tampoco debe descartarse, porque un cliente no interesado tiene familia y amigos que podrían estarlo.
Atrayendo clientes
Un negocio cómodo
La primera base de tu negocio debe ser la comodidad para tus futuros clientes. Ofrecer un servicio sin fallas, un producto satisfactorio y, de ser posible, que tengan que se reponga. La apariencia de tu negocio debe ser impecable siempre, sobre todo al inicio, pero siempre.
Plan de redes sociales
No, no te mintieron. Las redes sociales son el aliado perfecto de cualquier negocio, hagas lo que hagas, vendas lo que vendas. Sin embargo, hay un error común y es iniciar con un perfil en todas las plataformas que registran seguidores. Ni siquiera pagando a un 'community manager' tienes que comenzar en todas las redes. Ve poco a poco, probando, arriesgando, prometiendo, ofreciendo.
Trabaja el material fotográfico con óptima calidad. Una imagen de escasa resolución o mal editada es capaz de acabar con tu negocio. Es tan importante como la redacción y ortografía de un tuit publicitario.
Paga por publicidad
La publicidad garantiza que el nombre de tu negocio salte a la luz pública. Es cierto que muchos prefieren contactar con programas de televisión, radio o periódicos de alto nivel, con audiencias leales y gran cantidad de seguidores. Pero no siempre es efectivo, ya que no depende de cuántas veces puedan publicar el nombre y 'slogan' sino que llegue al cliente potencial en el momento justo. Algo que prácticamente es aleatorio.
La publicidad, en cualquier formato, es una moneda al aire. Pero se maneja por probabilidades, es decir, mientras más veces se repita, más oportunidades hay de que seas escuchado. Prueba opciones desde entregar folletos en la calle hasta una cuña de 30 segundos en el noticiero matutino.
No olvides que tu publicidad debe ser diseñada por especialistas, con juegos de palabras, correcta pronunciación, carisma y creatividad.
Ofrece promociones
Lunes de 30% de descuento, dos por uno, lleva cuatro y paga tres, concurso, premios. Todas estas alternativas captan clientes de inmediato. Ninguno se resiste a un descuento o la posibilidad de llevar más por el mismo precio.
No encajones tu negocio a una rutina de ventas. Mantén movimiento sobre las ofertas, promociones y concursos. Si acostumbras a tus clientes en esto, siempre estarán pendientes de qué vas a ofrecerles.
Satisface a los clientes
No les mientas por persuasión ni les desmejores el producto. Un cliente es fiel hasta que siente algún tipo de engaño y no hay manera de reengancharlo. "El cliente siempre tiene la razón" es una frase falsa, ya que en múltiples ocasiones no tienen idea qué quieren. Y allí es donde entras tú... tú les darás esa idea.
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