Muchos de los muebles de nuestro hogar sufren más desgaste de lo habitual. Pero en muchas ocasiones no resulta rentable reparar ciertas piezas, y mucho menos comprar muebles nuevos cada vez que sufran un pequeño desperfecto. Uno de estos muebles pueden ser las sillas. El uso que le damos diario y el peso que soportan hace que sufran más que otros muebles. Y una de las partes que más puede llegar a sufrir es el propio tapizado. El roce y las manchas pueden hacer que luzcan como si fueran viejas. Por eso, a veces solo con cambiar el tapizado podemos darle un aspecto nuevo a nuestras sillas.
Mucho más sencillo de lo que parece
Si en primera instancia pensamos en tapizar nosotros mismos las sillas seguramente nos asuste. Ya que es un trabajo hecho por profesionales y hay que tener cierta técnica para conseguir un resultado decente. Pero realmente, haciéndolo por nosotros mismos lo que si vamos a conseguir es que a primera vista luzca igual que si fuera nueva. Y siguiendo los pasos nos daremos cuenta que es más sencillo de lo que parece. Además de ser una medida que puede durarnos bastante tiempo, y podemos hacerlo tantas veces como queramos, siempre y cuando teniendo en cuenta el deterioro de la madera de nuestras sillas. Antes de todo debemos asegurarnos de contar con lo siguiente.
Una grapadora de tapicero
Es quizás el elemento más específico que necesitaremos, pero tampoco es muy difícil de usar y nunca viene mal tener una a mano. La diferencia con otras grapadoras es que no cuenta con dos partes entre las que meter aquello que queramos grapar. Además ofrece una sujeción más fuerte.
La tela que hayamos elegido
Cerciórate de que combine con el color de tus sillas. Además de esto asegúrate de contar con la tela suficiente para tapizar todas tus sillas, ten en cuenta que necesitamos un trozo de tela mayor que lo que ocupa la zona a tapizar.
Como puedes ver, con apenas pocos materiales estamos listos para tapizar. Lo siguiente que tenemos que hacer es tener paciencia y seguir unos pasos muy sencillos. Lo primero que debemos hacer es quitar la zona del asiento que vamos a tapizar, dependiendo de lo adherido que esté a la silla es posible que resulte más o menos difícil. A continuación solo debemos centrar el asiento a la tela y envolverla, de tal manera que nos quedé un fleco por debajo de la zona. Es en esta zona donde debemos grapar ya que no quedará visible. Lo esencial es tensar la tela y doblar bien las esquinas para evitar que queden bultos en la tela.
Foto: Pixabay
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