La avena es un delicioso alimento poderoso en fibras y antioxidantes para nuestro organismo. Y qué mejor manera de consumirla que en combinación con unas ricas galletas. Además de que son muy fáciles de preparar, son un manjar que puedes compartir con tu familia y ante la visita de amigos y seres queridos.
Las galletas de avena tienen varios trucos que debes aplicar, el primero es que queden crujientes y no abizcochadas, pues no se disfrutan de la misma forma. Y lo segundo es lograr ese sabor exquisito y dulce sin la necesidad de emplear tanta azúcar.
También puedes añadirle otros sabores especiales con chocolate o frutas secas, y darle ese placentero aroma a canela que te hace suspirar apenas estén en el horno. Con el aporte de 'Recetas de Escándalo', vamos a enseñarte a prepararlas. No olvides acompañarlas con un nutritivo vaso de leche.
Hagamos galletas de avena
Reúne estos ingredientes
- Un huevo
- Copos de avena (100 gramos)
- Mantequilla (50 gramos)
- Azúcar (40 gramos)
- Harina de trigo o de avena (50 gramos)
- Levadura o polvo para hornear (1/2 cucharada)
- Sal (una pisca)
- Canela (1/2 cucharadita)
La canela es un añadido opcional, así que no te preocupes si no posees en el momento. El resto sí son esenciales.
Manos a la obra
- Trocea la mantequilla y échala al fuego hasta que se derrita. Luego déjala reposar en un bol y añade la avena para mezclarla con ayuda de unas varillas. También puedes calentar la mantequilla en el microondas, como más lo prefieres.
- En otro recipiente integra el huevo con el azúcar y la sal, mezclando con las varillas hasta lograr la consistencia ideal. No es necesario batirlo, sino simplemente combinarlo. Si optas por la canela, este es el momento de agregarla.
- Coloca encima del bol un colador y deja caer la harina y la levadura, esto con la finalidad de cernirla y evitar grumos. Ahora sigue mezclando con las varilla hasta que todos los ingredientes queden bien integrado.
- Seguidamente añade la avena que en el primer paso mezclaste con la mantenquilla. Una vez hecho ya tienes lista la masa de galletas. Tapa el bol con papel film y deja reposar en la nevera durante unos 15 ó 20 minutos. Mientras tanto, precalienta el horno a unos 180° centígrados.
- Con una cuchara, ve tomando masa de galletas como si fueran bolas de helado y colócalas por porción en la bandeja, a unos 10 centímetros de distancia.
- Con la misma cuchara u otro utensilio, menos las manos, tienes que redondearlas. Luego cubre cada bola con papel vegetal y ahora sí aplasta con la mano. De este modo quedarán planitas y no se pegarán. Si te quedan deformes siempre puedes retocarlas con la cuchara. Igualmente debes saber que las galletas no tienen un aspecto perfecto, sino más bien rústico.
¡Todo listo! Ingresa las galletas al horno y hornea durante unos 10 minutos o hasta que queden bien doraditas. Al sacarlas, déjalas enfriar sobre la misma bandeja para que no se humedezcan y se mantengan crujientes.
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