En los últimos tiempos, el tener un futuro asegurado se ha convertido en algo complicado para muchas personas. Casi ningún empleo nos asegura que vayamos a tener una fuente de ingresos constante. Y lo que está claro es que el dinero se va de las manos mucho más rápido de lo que entra para la mayoría de gente. Seguro que en muchas ocasiones nos hemos planteado seriamente ahorrar, bien para tener un colchón de dinero, o bien para poder permitirnos el capricho o la necesidad que tengamos. Pero realmente los métodos de ahorro suelen tener fallos o no ser del todo efectivos. Pero cuidando algunos detalles de nuestra vida diaria sí que podemos llegar a ahorrar cantidades importantes, y lo que es mejor, hacerlo de una manera constante y a la que nos podemos acostumbrar, lo que nos proporcionará un ahorro continuo. Por eso te diremos algunas cuestiones para aprender cómo ahorrar dinero sin tener que seguir planes establecidos, solo cuidando tu gasto diario.
Gastos vs Ahorros
Si nos paramos a pensar, son muchas las actividades diarias que nos causan un gasto de dinero, y en muchas ocasiones ni siquiera nos damos cuenta. Esto es uno de los mayores errores a la hora de ahorrar - si no somos conscientes de nuestro gasto, es imposible que podamos reducirlo, y lo que es peor, ni siquiera sabremos en qué lo estamos gastando. Por ello es la prioridad antes de nada, hacer una lista, bien mental o escrita, sobre todos los gastos que tenemos, y cuando decimos todos, son aquellos diarios como mensuales, etc. Desde el café que te tomas cada día en el bar, hasta la subscripción al gimnasio o la factura de tu teléfono móvil.
Si hacemos un compendio de todo ello sabremos cuanto estamos gastando, lo cual podemos calcularlo de manera mensual, anual o incluso diaria. Esto no quiere decir que si no sabemos nuestro gasto no estemos ahorrando, pero lo que si podemos conocer sabiendo lo que gastamos es cuanto estamos ahorrando, y sobre este dato decidiremos si necesitamos mayor ahorro o cuanto vamos a ahorrar en un futuro.
Cuestión de prioridades
Una vez sepamos los datos de todo aquello que gastamos, solo tenemos que establecer una serie de prioridades, algo extremadamente importante si queremos ahorrar. Si hace falta haz una lista sobre aquello que realmente no podemos reducir el gasto. Seguro que en esa lista hay algunos gastos que se pueden reducir, o incluso eliminar. A raíz de ello, modifica aquellos que sean menos prioritarios, elimínalos, o sustitúyelos por otros más baratos. Una vez hagamos esto podremos calcular de nuevo el gasto y lo que ahorraremos en un futuro.
Foto: Pixabay
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