A medida que avanzan las semanas de gestación, aumenta la ansiedad por conocer el sexo de tu bebé. Cómo saber si es niño o niña es una de las interrogantes que toda pareja quiere disipar y existen los métodos para descubrirlo, aunque no todos son acertados.
Normalmente, el sexo del bebé reluce cuando se cumplen los 4 meses de embarazo. Sin embargo, a través de algunos métodos caseros (quizás ficticios) es posible averiguarlo antes. Si no, los exámenes científicos será suficiente.
¿Niño o niña?
3 formas improbables
De acuerdo al portal Mi bebé y yo, una de las maneras de conocer el sexo de tu bebé es a través de los latidos del corazón. Se cree que 140 palpitaciones o más representan a una niña. Por ende, si es menos será un niño.
Una segunda forma es con el test de la col (coliflor, repollo, lechuga...). Se trata de hervirla y luego dejar caer unas gotas de tu orina en el agua. Un color morado supone un niño en el final de tu embarazo, mientras que el rosa es para niña.
Un método más sencillo es la forma de la barriga y las náuseas que experimentas. Si tu barriga es enteramente redonda, tendrás una niña, mientras que un aspecto puntiagudo refleja un niño. Respecto a las náuseas, un embarazo de niña produce mucha más fatiga. Sin embargo, esto pueden comprobarlo las mujeres que esperan un segundo hijo.
4 formas científicas
- La ecografía es el método más utilizado por los médicos especialistas. A partir de las 20 semanas, saber si es niño o niña es una opción disponible. Gracias a los ultrasonidos, la imagen del bebé es reflejada para determinar su sexo. La posición en la que se encuentre, para ver los genitales, favorece la respuesta.
- El análisis de sangre es otra prueba que pueda realizarse cuando se cumplen 7 semanas de gestación. El ADN de la mamá se extrae y posee fragmentos que provienen del feto, acá se determina la presencia del cromosoma Y (niño) o X (niña).
- El método Ramzi es uno de los más conocidos para saber si es niño o niña. Se trata de analizar la posición de la placenta respecto del feto.
- La amniocentesis, que de por sí es una prueba temerosa, permite conocer el sexo del bebé. Este examen sirve para detectar enfermedades como Síndrome de Down. Se trata de extraer líquido amniótico con algunas células fetales.
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